domingo, 21 de diciembre de 2014

Auge de las pequeñas editoriales

 

El fenómeno independiente

Con fuerte presencia este año en París, Frankfurt y Guadalajara, y un sostenido crecimiento en el mercado local, los pequeños emprendimientos editoriales argentinos ganan espacios de visibilidad, difusión y comercialización.

 El fenómeno independiente


Es difícil que el tiempo se vuelva un aliado. Sin embargo, en algunos ámbitos, puede ser todo. Como por ejemplo sucede en el campo editorial: cuántos más años, más experiencias, más libros, más posibilidades de crecer. Hoy, en Argentina se está dando un panorama particular en el mundo de la edición independiente. Crece a puro pulmón y trabajo de hormiga con pocos incentivos de capital, lo que no impide que allí surjan nuevos emprendimientos, se acerquen nuevos lectores y los libreros estén cada vez más interesados en exhibirlos y venderlos. Si bien todavía la producción resulta ser a pequeña escala y el costo es la fuerza de trabajo a cambio de muy poco margen de ganancia, Argentina está viviendo un momento de tendiente profesionalización editorial. Si por el mundo del libro pasa algo nuevo, es en el llamado “circuito” de editoriales de pequeña y mediana envergaduras.
Así como en el actual panorama del llamado “rock”, las bandas no necesitan recurrir a un contrato discográfico de una multinacional para sacar un disco, en la industria editorial, los cambios en los medios de producción –como por ejemplo sucedió con la posibilidad de poder imprimir en digital, que habilita se puedan hacer tiradas más cortas– implica que el capital inicial al lanzar una editorial sea de rápida recuperación. El bajo costo de inversión es lo que diferencia a este circuito de los grandes conglomerados editoriales que responden a otra lógica de producción. Esto bien lo explica Mariano Blatt, poeta y editor de Blatt&Ríos, fundada en 2010 junto al poeta Damián Ríos, desde la que privilegian por sobre todo la producción de literatura local. “Las grandes editoriales vienen descuidando el valor literario de su catálogo hace tiempo. Cuando empezaron a agruparse en multinacionales desde los ’90, les dejaron de interesar los libros literarios porque son empresas gigantes de inversionistas con objetivos económicos que un libro literario no puede cumplir. Hasta hace un tiempo necesitaban de la literatura para mantener cierta categoría de la marca, pero últimamente han perdido el interés de los autores porque casi todos se dan cuenta de que una grande no es mejor que una chica o incluso es peor porque no se venden más y no le dedican el tiempo necesario porque sacan una cantidad de libros que si a los dos meses no cumplieron con las expectativas, los sacan de librerías.” Pero también esto tiene que ver con el tipo de literatura que se produce. Se extiende Blatt: “En el mercado anglosajón existe algo que es la literatura comercial. Ellos diferencian entre libros de literatura y literatura comercial. Acá hay poca producción comercial y no hay muchos autores de best sellers argentinos. Creo que esto es porque no hay una tradición de escritura comercial que sí hay en la cultura sajona con las escuelas y programas de las universidades de escritura creativa. No existen los autores que las editoriales grandes necesitan.” En esto coincide Goyeneche de Nulú Bonsai, que en seis años lleva publicados más de cincuenta títulos en un catálogo que pretende publicar “autores que quieren hacer una carrera más allá de que sean jóvenes e inéditos, autores conocidos o difíciles de conseguir, autores a los que el mercado les dio la espalda, autores de culto y nuevos de otros países que no están siendo traducidos”, según define. “Yo creo que en España también están surgiendo editoriales independientes copadas, pero la posta pasa en el sentido del lector. El lector se empezó a dar cuenta de que el contenido de los grandes grupos se estacionó y hay un montón de autores que están creciendo por otros lados”.

Maximiliano Papandrea, cofundador de Páprika, una de las últimas editoriales que se sumaron al circuito y a quienes les interesa armar un “catálogo ecléctico formado por la literatura contemporánea argentina, los nuevos escritores que afuera son conocidos y no son traducidos acá y autores inéditos”, hace un análisis de la situación que incluye a los libreros. “Es un muy buen momento de la edición en todas partes. Lo más interesante pasa por las editoriales independientes. Esto se da un poco por la concentración de los grupos que fueron dejando espacios que los editores independientes empezaron a cubrir y es un fenómento cultural amplio en todas las disciplinas, se ve en la música, el arte. Se están volviendo más accesibles los medios de producción y eso hace que existan editoriales de características y escalas muy distintas. Y en el caso particular de Argentina, hay una muy buena red de librerías literarias. En Buenos Aires, por sobre todo, pero también en Córdoba y Rosario. Eso diferencia a Argentina de otros países de América latina. En Brasil, Chile, México, casi no hay librerías chicas y medianas y todos los libros caen en cadenas y eso es complicado. En Argentina hay una tradición fenomenal de libreros que en algún momento ponen una librería no tradicional y eso hace que nosotros como editores independientes tengamos un canal muy rápido y receptivo para lo que hacemos. El fenómeno independiente excede lo editorial y atraviesa todo.”
Una de las cosas que se vieron este año en la feria de libros más grande en habla hispana, la Feria de Guadalajara –en la que Argentina fue invitada de honor–, es que los agentes y editores están mirando un poco más a América latina, y no sólo por sus escritores. Con su crisis, España se corrió y deja un lugar. Pero también pasa otra cosa, según Blatt: “Más allá de que España tiene una crisis muy grande, pasa que los autores internacionales están percibiendo que si eras un autor bueno de Francia, ibas a España y les vendías la traducción para todo habla hispana. Esos libros no llegaban a Latinoamérica, entonces los autores prefirieron vender derechos locales porque se aseguran la distribución.
También se dio otro fenómeno interesante. Mientras las revistas independientes cierran o pasan a salir en formato digital, las editoriales crecen. “Yo creo que la lectura en internet reemplaza mejor la lectura de revistas que de libros, entonces no necesariamente sufrimos el proceso. Las editoriales existen porque se siguen vendiendo libros y la estructura de costos es menor que la de una revista, que está más atada a la publicidad. Si el proyecto no se abandona, sólo puede crecer”, dice Blatt.
Modelos de producción. Blatt & Ríos llevan más de treinta libros publicados y para 2015 inaugurarán el Club del Libro, en el que por una cuota mensual, se recibirán las novedades. Es un modelo de negocios que permite la subsistencia, según Blatt: “No tenemos pérdida porque se extendió la impresión por demanda y pudimos bajar la tirada de los títulos. Ahora podés imprimir lo que vas a vender”. Páprika es un buen ejemplo al respecto:  “Nos caracterizamos por el eclecticismo y la falta de prejuicio y la cintura para aprovechar lo mejor posible las opciones que tiene un editor. Si necesitáramos una tirada menor porque el libro lo pide, lo podríamos hacer. Pero en el caso de estos libros pensamos que podrían tener muchos lectores y la apuesta editorial la pensamos a largo plazo.” En lo que sí “ahorran” es en los costos de la fuerza de trabajo, dice Papandrea: “Cada uno de nosotros tres, por su experiencia, tiene ciertos grados de especialización y nos complementamos muy bien. Salvo las tapas y la imprenta, lo otro lo hacemos todo nosotros. Así tenemos un grado de autosuficiencia importante a la hora de costear los libros, a pesar de que requiera trabajar de noche”. Aún no abrieron su sitio web, pero se promocionan a través de las redes sociales. Otra variable a tener en cuenta en este buen estado de salud.  “El desafío está en que nos conozcan. Me parece que hay que ir a buscar a los lectores de las grandes editoriales. Creo que todas las editoriales independientes estamos sumando para construir una comunidad de lectores. Me parece que para este tipo de editoriales no podés guiarte sólo por lo que te gusta y en general lo que hacen los editores independientes es renovar el panorama, abarcar todas las poéticas. Los lectores no están casados con ninguna editorial y están a la búsqueda de un libro que les cambie la vida”, dice Papandrea.

Por su parte, Nulú Bonsai tiene una manera un poco más “controlable” de producción. Pero no por eso menos exitosa: “Tenemos una estructura de tiradas cortas con intención de que vaya creciendo hasta alcanzar una tirada básica. No trabajamos con distribuidora por el nivel de la tirada, sino que hacemos más un trabajo de hormiga. Estamos en proceso de construcción del fondo editorial, que se va armando de una forma más heterogénea y azarosa. Se trata de una estructura comercial con poco margen, pensada para que no se muera el capital sino que se pueda reinvertir. Ahorramos en la parte más cruel, que es la de los sueldos y la ganancia. Aunque tampoco somos organizaciones sin fines de lucro”,  cuenta Goyeneche.
¿Pero de dónde salen las ganas de poner una editorial? Dice Papandrea: “Nos consideramos editores profesionales y vocacionales y disfrutamos de todo lo que implica la edición. Pero antes que nada somos lectores y hay ciertos libros en donde las ganas de que otros los lean son fuertísimas. Para el editor la lectura va de la mano con compartir, así lo siento yo. Los libros que publicamos nos parecen valioso para nosotros y para los demás. Cuando uno publica un libro, entrás en diálogo con el resto de los libros, de los lectores, es tu modo de intervenir en la cultura, aunque suene grandilocuente”.

Regalos de Navidad
Si todavía no están decididos y comprados los regalos de Navidad, acercarse este domingo a la segunda edición de La liga del Bien es una muy buena opción. Se trata de una feria con la presencia confirmada de más de 15 editoriales independientes, que se puede visitar desde las 18 hs. hasta entrada la madrugada en la terraza del Club de Arte (Av. Corrientes 3439, Abasto). Habrá descuentos, presentaciones de libros, charlas, lecturas, música en vivo, exposiciones y tragos frescos para celebrar el día más largo del año en esta parte del mundo. Si se prefiere ir por la mañana, la Papelera Palermo (Cabrera 5227) abre su jardín de 11 a 20 hs. en la que se podrán ver más propuestas. Consejo: conviene no perder la oportunidad de ver las variadas y buenas novedades publicadas este año porque también, si se es un poco pícaro y con buena percepción por estas cosas, quizá haya posibilidad de enterarse lo que vendrá. Algo que sirve en estos casos.

Tres casos testigo
Blatt & Ríos 
Fue fundada en 2010 por Mariano Blatt y Damián Ríos. Empezaron con cuatro títulos por año y en 2015 planean sacar, como mínimo, un libro por mes. blatt-rios.tumblr.com.
Paprika
Lanzó su primer libro en septiembre. Es un emprendimiento de tres editores, Maximiliano Paparella, Andrés Beláustegui y Claudia Arce, con tiradas de 1300 ejemplares. facebook.com/editorial.paprika
Nulu bonsai
Fue fundada en 2006 por los poetas Sebastian Goyeneche y Grau Hertt y llevan 58 títulos publicados, en dos colecciones: La Jauría (narrativa) y Ojo bala (poesía). nulubonsai.com.ar

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